Nuevamente pude jugar con los chicos un breve juego de antiguos. Otra vez fue un enfrentamiento de romanos contra cartagineses y sus aliados en el marco de la Segunda Guerra Púnica. Del bando cartaginés estuvieron Federico y Facundo, con los romanos estuvimos Agustín y yo.
Los romanos desplegamos ortodoxamente en una impecable formación manipular con los velites desplegados al frente y las caballerías en las alas.
Debe hacerse notar que en un ala estaban las unidades de caballería romana e itálica y en el otro flanco una fuerte unidad de caballería gala de una tribu aliada a Roma.
Debe hacerse notar que en un ala estaban las unidades de caballería romana e itálica y en el otro flanco una fuerte unidad de caballería gala de una tribu aliada a Roma.
Los cartagineses pusieron sus falanges frente a la legión romana con su flanco protegido por una turba de galos, la caballería pesada íbera y con una nube de caetratis al frente, flanqueados por dos elefantes.
Para enfrentar a la legión itálica, pusieron a la caballería númida un pequeño contingente de caballería gala y a los scutaris precedidos por unos pocos honderos galos. El general cartaginés, luego de dudar un poco, puso el tercer elefante casi en el centro enfrentando a la legión itálica sobre la colina, junto a los honderos galos.
El combate comenzó con un avance general de ambos bandos. Las caballerías romana e itálica se desplazaron hasta una zona pantanosa infranqueable, semiocultas entre los árboles que crecían en las orillas.
El avance continuó sin pausa y pronto el general cartaginés envió a sus elefantes al ataque, mientras en uno de los flancos la caballería gala aliada a los romanos chocaba con la caballería íbera.
Vista general del campo de batalla.
Otra vista del avance romano y el comienzo de su maniobra en orden oblicuo (¡grande Epaminondas!)
En el otro flanco la caballería itálica cargo sobre la caballería gala, aliada de los cartagineses. Mientras tanto los arqueros griegos, a sueldo romano, arrojaban sus flechas sobre el elefante que los amenazaba.
Al mismo tiempo otro elefante después de enfrentar a los vélites atropelló sin control a la caballería itálica que había vencido a los galos. Realizado el test correspondiente los itálicos categorizados como ciudadanos instruidos huyeron del campo de batalla
En el centro el rápido y sistemático avance de la legión itálica empezaba a dar sus frutos y las águilas tuvieron un momento la victoria en sus manos. Es que los vélites cargaron a los honderos galos que no resistieron la a atropellada y abandonaron el centro quedando la línea cartaginesa partida en dos. Ahora se esperaba el avance de la legión itálica como un martillo sobre las falanges que serian aplastadas sobre el yunque romano.
Pero la suerte (que es grela) estuvo del bando de Aníbal y el elefante que estaba en el centro al salirse de control, enloquecido por las heridas sufridas, atropelló cuatro manípulos… ¡poniéndolos a todos en fuga!
En el flanco izquierdo romano la caballería íbera derrotó a los galos y los perseguía en su huida, esto sumado al desastre del centro hizo bajar los brazos al general romano que decidió retirase a su campamento.
Pude sentir el batir de las alas de Niké pero era que estaba volando a las líneas enemigas. No obstante ... ¡Gracias chicos por hacerme pasar este lindo rato!
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