Francisco Erize, nuestro gran amigo y Patriarca del Wargame ha enviado algunas fotos del último juego en el Nido del Aguila, cuya reseña se publicó el domingo pasado.
También envió algunos comentarios que reproducimos en negritas, sin que por eso deba considerarse que este redactor se adhiere a los mismos de modo alguno(!)
También envió algunos comentarios que reproducimos en negritas, sin que por eso deba considerarse que este redactor se adhiere a los mismos de modo alguno(!)
(NdR) La fuerza blindada del Zorro del desierto avanzando en pleno
La foto muestra la situación en el Turno 7, en que se ponen en evidencia nuestros 25 pdr. guns y nuestros Cruisers -todos fallando sus tiros, pero perdiendo dos tanques. (NdR Francisco comandaba los australianos)
Muchas gracias Francisco por tu aporte. Queda abierta la posibilidad para los alemanes de responder al comentario sobre la coraza de los Panzer... o cualquier otra cosa que deseen comentar sobre este juego.
Comentario de Gerardo, comandante del reducto, recién llegado desde el frente:
Para sumar a la historia
Francisco y Eduardo trabajaron muy bien y habían hecho el desarrollo, las ubicaciones de los refuerzos, los cálculos etc., por lo cual, cuando Esteban preguntó "quien se hace cargo del reducto" se miraron entre ellos con un ténue movimiento de labios que señalaba claramente que, si bien no me lo dirían por caballerosidad, le correspondía al "recien llegado", por lo que me ofrecí como "voluntario".
Todo ésto no pudiste verlo ya que habías partido en misión secreta para encontrar servilletas (se refiere al autor de este Blog que al volver con las servilletas encontró que ya se habian comido "casi" todas las empanadas).
Un reconocimiento a mis tropas. Mientras recibíamos tu feroz cañoneo iba tratando de calcular que, en virtud de mi posición la única acción era resistir... hasta el arribo de refuerzos.
Comentario de Gerardo, comandante del reducto, recién llegado desde el frente:
Para sumar a la historia
La verdad fue un placer tenerlo del otro lado de la línea de fuego ya que, como decía Erwin, después de un amigo nada mejor que un buen enemigo.
También reconozco que hubiera sido bueno vernos cara a cara pero fue imposible por vuestra culpa no pudimos hacerlo, ya que las continuas descarga de vuestra artillería sobre mi posición solo nos dejaba ver arena y piedra. Sumado a eso cuando hiciste una pausa sólo fue para fumigarnos con tu humo.
La única unidad australiana que vio alemanes era mi ametralladora pesada, pero que de poco sirvió para el resto ya que cada vez que veía "godos" los eliminaba (je je je..)
Una aclaración necesaria. Reconozco que arribé tarde al Nido del Aguila y que, mis compañeros de arma ya habían hecho el despliegue de todas las unidades y diseñado el plan de batalla, por lo cual era el oficial mas jóven que tendría responsabilidad de mando ("FNG" fuckin new guy).
Francisco y Eduardo trabajaron muy bien y habían hecho el desarrollo, las ubicaciones de los refuerzos, los cálculos etc., por lo cual, cuando Esteban preguntó "quien se hace cargo del reducto" se miraron entre ellos con un ténue movimiento de labios que señalaba claramente que, si bien no me lo dirían por caballerosidad, le correspondía al "recien llegado", por lo que me ofrecí como "voluntario".
Todo ésto no pudiste verlo ya que habías partido en misión secreta para encontrar servilletas (se refiere al autor de este Blog que al volver con las servilletas encontró que ya se habian comido "casi" todas las empanadas).
Un reconocimiento a mis tropas. Mientras recibíamos tu feroz cañoneo iba tratando de calcular que, en virtud de mi posición la única acción era resistir... hasta el arribo de refuerzos.
El tiempo pasaba y cuando podía comunicarme con mi retaguardia y veía los movimiento de los refuerzos (o mejor dicho por los dados de radio de Edu, la falta de los mismos) entendía que no existía premura en la llegada de los mismos al reducto.
De hecho me dejaron disparar con el Boford, creo que sólo para darme algo para hacer y bajo sentimiento de culpa de mi situación, que ellos conocían a la perfección.
De hecho me dejaron disparar con el Boford, creo que sólo para darme algo para hacer y bajo sentimiento de culpa de mi situación, que ellos conocían a la perfección.
En realidad, Francisco con la tranquilidad y experiencia de un General Británico al mando de australianos, fue explicándome de los inconvenientes que hubieran significado la adopción de avances prematuros en mi ayuda, el minado del campo entre el reducto y las líneas alemanas, la necesidad de ahorrar municiones de artillería, preservar los blindados, etc., entendi cabalmente mi situación.
El apoyo estaba reducido a cinco fuegos de artillería sobre el enemigo. Me pareció escuchar...You are at your own my friend. Be braved!
Por eso un reconocimiento a mis hombres en el reducto que, si bien no formaron parte principal de lo "entretenido" de la batalla, (no hay ninguna foto de cerca, ya que los fotógrafos también estaban ausentes) sólo usted mi estimado Carlos von Pinierhausen sabe lo que lucharon.
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