Gran campaña de 1807- La requisa y la sublevación -

Febrero se presentó lluvioso, si la lluvia seguía los caminos podrían volverse intransitables. Los ingleses estaban ocupando las localidades de Nuestra Señora de Guadalupe, San José y Rosario a fin de requisar víveres para su ejército, ya que no arribaban aun los transportes desde Río de Janeiro. 

La toma de Colonia fue una excelente noticia para los invasores, pues ahora contaban con un puerto, no muy adecuado, pero que facilitaría el embarco y desembarco de armamento, tropas y mercaderías.

De acuerdo con las ordenes recibidas los ingleses ofrecieron pagar pero finalmente las autoridades no aceptaron y sin mas sus jefes dieron la orden de requisar los víveres, eso significaba tomar no mas de la mitad de todos los víveres y ganado en pie que se hallara en los depósitos, casas y campos. No era un saqueo. 

Los ingleses no contaban con carros, los habían encargado pero aun no habían arribado, su fabricación estaba a cargo de una antigua casa constructora de equipos para el ejército inglés, la conocida firma de Birmingham, Love Brothers, dirigida por Ferdinand y Geman Love. Por ese motivo tuvieron que requisar los pocos carros y mulas que pudieron hallar para transportar los víveres obtenidos.

Una de las patrullas pudo detener a un mensajero que llevaba cartas para los alcaldes de las localidades ocupadas y se pudo hallar el siguiente mensaje: 

30 de enero de 1807

 A los Alcaldes y a las poblaciones ocupadas, tengan fe que pronto los liberaremos del insaciable inglés, no ofrezcan nada al mismo ni colaboréis en modo alguno. Si queda ganado o caballos en los campos arriarlos hacia Las Piedras y/o Montevideo. De tener en almacenes armas o cañones enterradlos y mojad la pólvora. Informad sobre las tropas invasoras de las actividades y propósitos de ser posible como así también cantidad de efectivos en cada población.  Viva el Rey!

 Allende 

Si bien uno de los mensajeros fue detenido debe haber habido mas de uno pues la reacción de la población fue de un inmediato estado de rebelión, se encerraron en sus casas y no accedieron a abrir las puertas. 

Hubo casos en que algunos jóvenes se atrevieron a enfrentar a los ingleses que habían quedado de guarnición mientras el resto salía a requisar en las haciendas y fincas de la campaña.

Si bien corrió alguna sangre, la situación pudo contenerse y no pasó a mayores, pero la población siguió sublevada contra el invasor.

El 4 de febrero los ingleses empezaron a abandonar las localidades y a marchar con lo requisado por el camino que va hacia Las Piedras. Al arribo a su campamento podrán evaluar para cuanto tiempo alcanzará lo obtenido.