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jueves, 24 de mayo de 2018

Batalla de Tuyutí- 24 de mayo de 1866


El campo de Tuyutí emerge como una isla entre un mar de esteros y pantanos.  López buscaba encerrar a los aliados en la ratonera de Tuyutí y batirlos por los cuatro puntos cardinales.  El teniente coronel José Eduvigis Díaz (futuro general y héroe de Curupaity) simuló en Estero Bellaco, con 5.000 hombres, una defensa de la entrada de Tuyutí (2 de Mayo): por sorpresa cayó sobre las avanzadas aliadas, tomándoles cuatro cañones a los brasileños, que arrastraría en triunfo al campamento de Paso-Pucú.  Ese movimiento engañó a Mitre, que ordenó la ocupación de Tuyutí (20 de mayo), debió ser lo esperado por López que cuatro días después ordena descolgarse en Tuyutí por el norte, sur, este y oeste, a todos los efectivos del ejército.
El ejército aliado que ocupaba Tuyutí estaba compuesto de casi 35,000 hombres. El ejército brasileño tenía 21,500 hombres, incluyendo 4,000 de caballería y 80 cañones. El ejército argentino tenía 11,400 hombres (8,000 de infantería, 2,000 de caballería y 600 de artillería) y 34 cañones. El ejército uruguayo tenía 1,360 hombres (180 de artillería, 200 de caballería y el resto de infantería) y 6 cañones. La mayor parte de la caballería aliada estaba a pie por falta de caballos. Dentro del ejército argentino estaba la Legión Paraguaya, conformada por 114 hombres de tropa, 34 oficiales y un jefe. Todos eran paraguayos exiliados por el gobierno de Francisco Solano López.
La distribución del ejército aliado en el campo de Tuyutí era la siguiente:
En la extrema derecha del ejército aliado estaba el 2° Cuerpo del Ejército argentino al mando del general Wenceslao Paunero, seguido del 1° Cuerpo al mando del general Emilio Mitre. La artillería argentina estaba en medio de los dos cuerpos, mientras la caballería, la 2ª división de Buenos Aires y la Legión Paraguaya a retaguardia del 2° Cuerpo, cerca al cuartel general.
El ejército uruguayo era la vanguardia del ejército aliado, ubicado en el centro y al mando del presidente de Uruguay, general Venancio Flores. A retaguardia, estaba la 3ª división brasileña y en un reducto construido el 21, estaba el primer regimiento de artillería brasileña. A la izquierda del reducto estaba la artillería uruguaya.
Infante argentino (probablemente del 1° de Línea)
A la izquierda estaba el grueso del ejército brasileño, al mando del general Luis Osorio, dividido en cuatro líneas. La primera línea estaba conformada por la 3ª y 6ª división de infantería, teniendo al centro y a la vanguardia al 1° regimiento de artillería y a la derecha de la 6ª división continuaba la línea con el 1° Cuerpo del ejército argentino. En la segunda línea estaban la 1ª y 4ª división de infantería y frente de ellos, el 1° y 3° batallones de artillería. La tercera línea estaba conformada por la 2ª y 5ª división de caballería. En la cuarta línea habían dos baterías de artillería y tres batallones de voluntarios.
El ejército paraguayo tenía 25,000 hombres y a su derecha había una espesa selva. El mariscal López había desarrollado un plan defensivo para el ejército paraguayo, incluso ordenó trincheras, pero el 23 de mayo cambió de parecer y decidió atacar al numeroso ejército aliado. Un año después, el mariscal López le contó al ingeniero inglés George Thompson, quien estaba a su servicio que su cambio de opinión se debió a que le contaron el plan de ataque del general Mitre a efectuarse el día 25, por lo que él anticipó el ataque.
Soldados paraguayos de infantería y caballería.
López se adelantó a una probable ofensiva aliada y con un efectivo de 24.000 hombres (dejando otros 14.000 en la fortaleza de Humaitá y otros puntos a retaguardia) con la posibilidad de ser apoyados por 100 cañones, obuses y cohetes, adoptó la resolución de atacar por sorpresa el frente, ambos flancos y la retaguardia aliada, disponiendo sus tropas para tan osado plan en cuatro agrupaciones:
- La Agrupación del teniente coronel Hilario Marcó: que franquearía el Estero Bellaco Norte por el Paso Gómez y golpearía el frente del dispositivo brasilero. Su agrupación estaría conformada por cuatro batallones y dos regimientos de caballería (aproximadamente 4.200 hombres).
- La Agrupación del coronel José Eduvigis Díaz: al oeste de la columna de Marcó, que atacaría el frente-oeste del dispositivo brasilero por ambos lados de la isla de Carapá, disponiendo para ello de cinco batallones, dos regimientos de caballería y una batería de obuses (aproximadamente 5.000 hombres).
- La Agrupación del general Vicente Barrios: que franquearía los esteros al oeste de la Agrupación de Díaz por el Potrero Piris, con la finalidad de atacar la retaguardia de las fuerzas brasileras, constituyéndose en uno de los brazos del envolvimiento. Esta agrupación estaría compuesta por seis batallones, dos regimientos de caballería y una batería (aproximadamente 9.000 hombres).

- La Agrupación del general Francisco Isidoro Resquín: que accionaría sobre el flanco este y la retaguardia del dispositivo argentino buscando completar el envolvimiento. Ocho regimientos de caballería, dos batallones y dos coheteras serían las fuerzas que conformarían esta agrupación (aproximadamente 6.300 hombres).
Caballería paraguaya en Tuyutí
Las difíciles condiciones del terreno demoraron el inicio del ataque. Recién poco antes del mediodía los mandos paraguayos lanzaron un cohete, seguido de tiros de cañón, que eran las señales acordadas para iniciar la ofensiva.
La Agrupación del coronel Díaz fue la primera en atacar. Logró derrotar a los elementos uruguayos que cumplían funciones de vanguardia, pero luego fue rechazada por tres batallones brasileros apoyados por el certero fuego de la artillería del 1er Regimiento de Artillería a Caballo del coronel Mallet. Los paraguayos volvieron a avanzar buscando presionar ahora el sector oeste del frente. La 3ra División Brasilera del general Sampaio contraatacó en apoyo a la vanguardia Flores, trabándose en un duro combate con los paraguayos cuyo resultado era incierto. Para definir esta acción, el general Osorio reforzó a las fuerzas de Sampaio, enviando en su auxilio dos brigadas de las divisiones de Argolo y Guilherme, comandando una de ellas personalmente.
La Agrupación del comandante Marcó se vio retrasada en su avance por las características del terreno. No obstante, la poderosa caballería paraguaya cargó contra las posiciones brasileras, pero su avance fue detenido por el foso que había ordenado cavar Mallet y los jinetes sufrieron cuantiosas bajas cuando sobre ellos se desató el certero fuego de la artillería brasilera. Simultáneamente, la 6ta División Brasilera del general Monteiro, cerró el hueco que se había producido entre las fuerzas uruguayas y la artillería de Mallet.
La Agrupación del general Resquín tuvo éxito al atacar a la vanguardia argentina. El Batallón 5 de Línea se retiró en desorden, pero el general Paunero hizo avanzar a su Cuerpo de Ejército con dos divisiones en primera línea (la 1ra al mando del coronel Arredondo y la 2da mandada por el coronel Rivas), contraatacando con seis batallones. Simultáneamente, la caballería paraguaya intentó rodear el ala derecha argentina, sorprendiendo a la caballería del general Hornos sin que pudiera ofrecer una seria resistencia. Ante este panorama, el general Bartolomé Mitre ordenó a la 2da División del 2do Cuerpo de Ejército (al mando del coronel Conesa), ejecutar un avance que puso en precipitada fuga a las fuerzas atacantes de ese sector. El resto del 2do Cuerpo de Ejército ocupó posiciones a la derecha del 1er Cuerpo, quedando dos de sus divisiones (la del coronel Bustillo y la del coronel Domínguez) con misiones de reserva, ya sea para apoyar al 1er Cuerpo o para reforzar el ala derecha en caso de reanudarse las embestidas paraguayas. Luego de rechazar todas las cargas e intentos ofensivos paraguayos, las fuerzas argentinas realizaron en su sector una persecución limitada hasta el Estero Bellaco Norte (Rojas), que terminó por dispersar completamente a las fuerzas enemigas.
La Agrupación del general Barrios, pese a estar considerablemente retrasada en su  avance (también debido a dificultades en el desplazamiento por el Potrero Piris), ejecutó el ataque que tenía previsto varias horas después que se había iniciado la acción, chocando primero con la brigada de Neto en Paso Piris y alcanzando luego el Estero Bellaco Sur. Ante esta situación, Osorio empeñó la 2da División de Caballería de Menna Barreto, que lideró la acción reforzada por unidades de la 4ta División y de la 5ta División de Caballería, reuniendo así suficientes fuerzas de infantería, caballería y artillería, que lograron rechazar definitivamente a la columna paraguaya de Barrios.

Para las cuatro y media de la tarde, y luego de cinco horas de arduo combate, la batalla había finalizado con una contundente victoria de las fuerzas de la Triple Alianza y con los restos de las fuerzas paraguayas batiéndose en plena retirada.
Los paraguayos estuvieron al borde de una victoria que hubiera sido desastrosa para los aliados; pero finalmente debieron replegarse por la resistencia de la infantería argentina y los estragos que les hizo la artillería brasileña.  Se fueron dejando un número impresionante de caídos: 5.000 muertos según el parte paraguayo, 7.000 en el aliado; y una cantidad igual de heridos.  La suma de muertos y heridos aliados fueron: 4.000 según ellos, 8.000 para los paraguayos.
Artillería argentina
Tuyutí fue la batalla más sangrienta habida hasta ese momento en América del Sud; entre 13.000 y 15.000 muertos en sus cinco horas de combate.  “Nos salvó de la derrota –se ve obligado a confesar Mitre- la sabia providencia del general Osorio (jefe de la división brasileña), que mandó colocar en una posición estratégica a la artillería imperial del coronel Emilio Luis Mallet”.  Allí se hundió toda la posibilidad de triunfo paraguayo.  Pero el desconcierto de Mitre impedirá a los aliados aprovechar el triunfo.  Si ese 24 de Mayo Mitre hubiera tenido conciencia de una victoria, habría ordenado la inmediata marcha hacia Paso-Pucú: López que se había jugado el todo por el todo, no estaba en condiciones de oponerle resistencia.  Pero Mitre no sabía –como en Pavón- si había ganado o perdido, y resolvió quedarse en Tuyutí hasta esperar lo que hiciera López.  Esa demora habría de pagarse cara: fue un triunfo malogrado –“la victoria sin cabeza”- que engendraría la molicie y la indisciplina entre los triunfadores.  Nadie mejor que el argentino Francisco Seeber ha descrito la situación difícil del campamento después del triunfo:
“Hay una anarquía descomunal; cada cuerpo maniobra según el capricho y la inteligencia de su jefe.  El coronel Chenault dice que somos una montonera con música y podría agregar también que con mala música.  A los paraguayos prisioneros los hacemos pelear en nuestras filas; yo mismo tengo uno como asistente”.
Columnas de infantería argentina 
Las costumbres bélicas contraídas en Uruguayana no se habían perdido: prisionero que caía en poder de los aliados, o iba a sus filas como “voluntario de la libertad” o a los cafetales como esclavo.
La guerra estaba ganada, pero se tardaría cuatro años en acabarla.  Los brasileños, que atribuían el triunfo a Osorio, se quejaban de que Mitre retardase las operaciones, después de Tuyutí no quiso dejar el campamento, hasta que llegara el 2º Ejército brasileño al mando de Marquéz de Souza, fuerte de 12.000 hombres, que se preparaba a entrar en Paraguay por la frontera brasileña.  Pero después, tampoco quiso salir esperando más refuerzos.  Así no solamente quedó inmovilizado el ejército aliado en Tuyutí, pese a la victoria.  Tampoco la escuadra brasileña, no obstante su triunfo en Riachuelo, avanzaba por el río Paraguay hacia su objetivo preciso de Humaitá.  Una picardía paraguaya detenía a los buques de Tamandaré: una hilera de damajuanas tendidas de costa a costa, que el almirante suponía que eran minas.

Fuentes
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
Portal Revisionistas
Rosa, José María – La Guerra del Paraguay y las Montoneras Argentinas


4 comentarios:

  1. Magnifiques gravures et costumes, une nouvelle bataille lointaine que je ne connaissais pas!

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    1. Merci Phil. La bataille de Tuyutí a eu lieu pendant la guerre contre le Paraguay (1864 - 1870). C'était une guerre fratricide, promue par l'Angleterre, mais il ne faut pas oublier les soldats des deux camps qui ont donné leur vie pour l'amour du pays. Salutations de l'extrême sud.

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  2. ¿Alguna sugerencia de reglas para la guerra de la triple Alianza? Hay un set específico llamado Fronteras de Sangre, pero recomendarías alguno genérico? ¿Quizás alguna de la ACW por la época? La verdad que recién me estoy interesando por esta guerra y todavía no se bien como se combatía. Saludos y muy interesante Blog!

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    1. Muchas gracias por visitar este Blog. Actualmente el sistema de reglas llamado Fronteras de Sangre es el mas usado por los jugadores de la AAW ( Asociación Argentina de Wargame) y sus colegas del Brasil. No lo conozco bien pero entiendo que suelen ser sistemas que ponen mayor énfasis al aspecto lúdico que al modelado histórico. Yo prefiero este último aspecto, por eso en la SHM usamos un reglamento que tiene un programa de computadora en apoyo al juego en la mesa que lleva la administración de las unidades, número de efectivos, armamento, tipo, alcance, bajas, estado físico, moral, calidad, etc. Resuelve además los fuegos y los combates y lanza un parte al final de cada período con el estado de situación para que cada jugador imparta las nuevas ordenes que no se cumplirá, si es que se cumplen hasta que haya pasado todo el nuevo período. Es un programa para guerras del siglo XVIII y XIX y ha sido desarrollado en Clipper a lo largo de mas de 30 años. Ha administrado muchas batallas de la AAW cuando yo pertenecía a esa institución y de cual he sido miembro fundador. En la SHM el programa se ha usado sobre todo para administrar batallas napoleónicas. También contamos con otro para guerras del siglo XX. La forma de combatir era similar por armamento y táctica
      a la de la Guerra Civil Norteamericana, aunque con menos recursos, es decir en muchos sentidos era napoleónica, aunque con formaciones mas rudimentarias y con armas mas peligrosas, pero en la guerra de la Triple Alianza aún predominaban las armas de avancarga casi iguales a las napoleónicas. Saludos cordiales.

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