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martes, 28 de agosto de 2012

Guerra Franco Prusiana - Nuevas figuras de Gerardo

Nuestro amigazo Gerardo Strada nos ha hecho llegar estas fotos de las nuevas figuras para su colección de Guerra Franco Prusiana, acá van con la explicación que Gerardo ha redactado. Muchas gracias Gerardo por tu aporte, a ver cuando nos encontramos junto a una mesa de wargame.

Luego de bastante tiempo de preparación pude llevar adelante una batalla para probar definitivamente el reglamento y poder llevar a la acción a mis unidades franco prusianas.
Debido al alcance de las armas la mesa tuvo que ser ampliada , ahora tiene 3,20 m de ancho y unos importantes 1,84 de profundidad que nos permiten mover las figuras del centro y poder mantener espacios fuera del alcance de los 80 cm. de los temibles chassepots franceses.
El escenario elegido es un escenario “ambientado” en las características geográficas de la batalla de Spicheren-Forbach, con el frente francés desplegado en torno al camino Forbach- Saarbrüken, desplegando su posición defensiva en tres sectores. Su flanco derecho en las elevaciones de Gifert-Wald, el centro en la hosteria “Golden Bremme” y la izquierda en una iglesia de los alrededores de Stiring Wendel.
En el centro de la mesa se encuentra la cervecería “Old Stiringen”, con llegada a las vías del ferrocarril, la cual puede ser disputada por cualquiera de los participantes.

Brigada prusiana con jägers detrás

Defensa francesa

Húsares franceses

Carga de húsares prusianos

Avance de dos brigadas prusianas
La idea fue recrear la batalla, hacer correcciones y presentar las figuras, espero que les gusten y que apenas podamos las pongamos en acción en grupo, ya que como nos recordara Donald Featherstone: “In spite of the pleasure and even advantage of solo-game, Man is a gregarious animal and there is little doubt that the majority of wargamers would prefer to fight against a live opponent” (Donald Featherstone´s Solo Wargaming. Kayle and Ward, London, 1973, p. 7)

lunes, 27 de agosto de 2012

Segunda Guerra Mundial-Combate de Gabr-Saleh

El sábado 25 en el domicilio de Francisco Erize, nuestro Patriarca, tuvo lugar un juego de Segunda Guerra, ambientado en la campaña del norte de África durante la operación Crusader.
Este reglamento desarrollado por Francisco desde hace alrededor de cuatro años denominado Grupo de Batalla, ya había sido puesto a prueba en varios juegos, pero esta fue algo así como la presentación en sociedad de un gran juego en el desierto. La mesa y los vehículos presentados fueron magníficos y dieron digno marco a la importancia del evento.

Estuvieron presentes, además de Francisco nuestro anfitrión, Daniel González, Juan Francisco Erize, Silvestre con su hijo Elías, Jorgito Magan, Lucas Merel, Esteban Puente, Eduardo De Nucci.
El arbitro y los alemanes
Del bando británico formaron: Silvestre y Esteban Puente, del bando alemán lo hicieron: Jorgito Magan, Eduardo De Nucci, Elías (el hijo de Silvestre) y Lucas Merel. Francisco fue el organizador del juego y arbitro. El resto fuimos espectadores.
Los ingleses
Yo concurrí con la idea de jugar pero no me quedó más remedio que unirme al público ya que no quisieron recibirme (como a los patadura en el fútbol). Los jugadores alemanes estuvieron amables, pero cuando les pregunté a los ingleses uno de ellos se mostró especialmente refractario, tal vez porque sabe que no quiero nada a los hijos de Albión, tal vez porque llegué tarde y ya estaban los mandos distribuidos o, mucho más probablemente, porque ha comprobado que juego muy mal; de todas formas disfruté mucho de la hospitalidad de Francisco y de la contemplación de su estupenda mesa.
El juego fue planteado en parte como de encuentro, aunque los alemanes debían hacer el esfuerzo principal. Los británicos tenían posiciones preparadas donde estaban atrincherados y ocultos, con lo cual a los alemanes se les presentaba un panorama bastante difícil.
El despliegue alemán fue clásico y cauteloso, lo cual no deja de sorprender siendo Eduardo uno de los comandantes. Los británicos, bajo el mando de Esteban, mantuvieron la frialdad y la cabeza abajo todo lo que pudieron, negándoles a los alemanes cualquier dato que los pudiera orientar acerca de sus posiciones. En el centro del dispositivo inglés se levantaba la pequeña localidad de Gabr-Saleh y las posiciones ocupadas por las tropas de John Bull eran un misterio para enemigos y espectadores.
Grabr-Saleh
Los PzII avanzaron al frente de la formación blindada alemana, a la izquierda y un poco mas atrasados dos Pz IV, a la derecha los PzIII,  entre ellos se desplegaron, para apoyar el ataque, un modelo del cañón de infantería de 75mm y un antitanque Pak36 de 37mm y en el extremo derecho infantería transportada en camiones.
Ataque alemán
Así comenzó el avance y rápidamente el fuego de la artillería británica dio cuenta de algunos vehículos ligeros. Supongo que el fuego provenia de los cañones de 25lbs ya que no se me informaba de nada a pesar de mis consultas al comandante inglés.
El comandante inglés lanzando sus dados
Con el progreso de la batalla los PzII se fueron acercando para poder visualizar las posiciones y finalmente los británicos debieron hacer aparecer algo de su artillería, un Bofords de 40mm, en función antitanque sobre las alturas escarpadas de su flanco derecho, algo de infantería en Gabr-Saleh y un modelo de 36 mm atrincherado en las cercanías de la localidad.

Cañón ATde 36 mm
Bofords 40mm
El fuego de la artillería británica continuaba visiblemente eficaz y los tanques alemanes respondían pero sus resultados no eran conocidos al menos para mí.
En algún momento una fuerza de Crusaders ingresó al campo de batalla por el extremo izquierdo inglés pero lo hicieron detrás de unas alturas y recién nos enteramos de su presencia cuando se colocaron los modelos varios períodos después. La presencia de esos tanques equivalentes a los PzIII, amenazando peligrosamente el flanco del ataque alemán, me pareció en principio una genialidad de esas a las que nos tiene acostumbrados el cerebral Esteban pero después, viendo de reojo un mapa del planteo del juego, me enteré que era una condición inicial impuesta por el ejercicio.
¡Aparecen los Crusaders!
Al acercarse a las posiciones inglesas los dos modelos de PzII fueron prontamente destruidos, pero antes pudieron descubrir para sus camaradas algunas de las posiciones enemigas.
¡los PzII destruidos!
Los Crusader inmediatamente empezaron su fuego, no sin antes modificar su despliegue inicial pues el jugador británico no había interpretado bien la disposición del terreno y, sin decir agua va, realizó un enroque entre el tanque de comando y otro de la formación para que el primero quedara a cubierto de las vistas del enemigo y motivado también por la condición de estar desarmado ya que el cañón que llevaban esos tanques de comando era de “engaña pichanga”.
Otra vista de los Crusaders, el tanque de comando es el que está enmascarado
Eduardo finalmente no pudo con su genio y desplegó su artillería de campaña, dos modelos de obuses de 105mm,  sobre unas alturas a la vista del enemigo para poder ejecutar tiro directo que resultó bastante eficaz ya que su fuego destruyó el 40 mm y luego el AT .
DeNucci y Elias
Obuses alemanes de 105 mm
La infantería alemana bajó de los camiones y desplegó bastante lejos de la localidad. Mientras tanto los Crusader empezaron a tirar sobre sus enemigos. La cosa estaba así cuando finalmente decidí retirarme. Mas tarde pude hablar con Francisco que me informó sobre la victoria inglesa y me dio algunos detalles.
El resultado no me sorprendió porque ocurrió lo esperado por el mismo comandante inglés, lo supe antes de irme pues pude escucharle un comentario a su camarada asegurándole que los alemanes ya no podrían alcanzar sus objetivos en el tiempo estipulado y Esteban difícilmente se equivoque al evaluar la situación en un juego desarrollado con un reglamento de resolución discreta, pues, aunque se trate de reglas sofisticadas y bastante complejas para recordar en su totalidad, una mente como la suya tiene la capacidad de controlarlas integralmente.
Con respecto a los detalles, Francisco me comentó que la infantería alemana, como obstaculizaba el fuego propio, rápidamente debió volver a subirse a los camiones y que con el correr de los períodos los Crusaders lograron destruir a todos los PzIII perdiendo dos de sus modelos.
PzIII destruidos...es el fin del ataque
Cuando los PzIV se acercaban amenazantes sobre los Crusaders, el bando alemán no pudo seguir adelante con su ataque ya que se acabó el tiempo impuesto por las condiciones de escenario y además le fallaron casi todos los test de moral. Así fue que los ingleses alcanzaron la victoria.
Acá termina esta breve reseña y ahora quisiera agradecer la gentil invitación de Francisco, felicitarlo por los interesantes escenarios que organiza y por estar siempre dispuesto a poner a disposición de la afición su colección para los juegos que todos disfrutamos.
Finalizo con un gran saludo a la muchachada que se sigue reuniendo para mantener estrechos los cálidos lazos de esta vieja amistad.

NdE: como siempre, se publicarán todas las objeciones y comentarios adicionales que se deseen hacer a este relato. Del mismo modo con los repudios y reclamos que se considere necesario realizar.

jueves, 23 de agosto de 2012

ÉXODO JUJEÑO 23 de agosto de 1812

Este año se celebra el bicentenario de la gesta del ÉXODO JUJEÑO, una gesta recordada en la provincia norteña con una emocionante noche de vigilia donde todos hacen guardia y nadie duerme.  
Este es el relato de la hazaña de nuestros antepasados ¿sabremos estar a la altura de su sacrificio?


Estando Belgrano en Jujuy, como General en Jefe del Ejército del Norte, en julio de 1812, se produjo una gran avanzada realista, que amenazaba destruir totalmente los poco que se había ganado a fuerza de sacrificio y coraje. 
Fue necesario recurrir no sólo al patriotismo, sino a la abnegación de los criollos. La orden de Belgrano fue terminante: no debería quedar nada que fuese de provecho para el adversario, ni casa ni objetos que fueran de utilidad, ni alimentos.
Lo que no podía ser transportado a lomo de mula, de caballo o de burro, debió ser quemado. Pensemos en el sacrificio de ese pueblo sufrido y resignado, que se trasladaba con lo poco que podía salvar, sin saber exactamente cual iba a ser su suerte.
Más que un éxodo, aquello era la imagen del renunciamiento incondicionalmente realizado. El frío y la ventisca invernales acompañaron a la caravana. El éxodo jujeño tuvo lugar el 23 de agosto de 1812. 
En sendos bandos de Tristán y Goyeneche se habla de los escasos vecinos que quedaron en Jujuy, de la miseria y la devastación creadas por la guerra. 1
En un oficio del 29 de octubre, Goyeneche celebra desde Potosí que el coronel de su ejército Indalecio González de Socasa haya podido construir el cuerpo municipal siquiera fuese con tres vecinos. Y agrega: “Me llena de la más dulce complacencia el voto unánime y general que V.S. me indica de los pocos vecinos que han quedado en esa ciudad de mantenerse decididos y adictos a la Casa del Rey sin que los retraiga la devastación que el furor y venganza del Caudillo Revolucionario Belgrano han causado en su población según lo tuvo anunciado en su impío bando del 29 de julio”. 2
Hasta el 23 de agosto de 1812, la revolución había puesto a prueba el amor de sus hijos a la libertad, ofreciendo sus vidas, pero en ese momento Jujuy fue escenario de algo más extraordinario todavía: una población entera sin discriminación de clases ni de edades, que sacrificaba colectivamente, su tranquilidad, su fortuna, su existencia.. Jujuy, era el paso obligado al Alto Perú, donde se encontraba el cerro de Potosí, del que se extraía la plata, que le proporcionaba una gran riqueza. Jujuy, merced a ese holocausto por la Patria, debió renunciar a todos sus bienes, lo que la sumiría en la pobreza, de la que sería difícil resurgir.
Fue tan completo el éxodo, que el testimonio español más que el argentino, nos da una idea cabal de su desarrollo. La historia de Torrente, escrita después de la guerra, con la tradición oral de los jefes realistas, nos dice en referencia a Goyeneche: “Hallándose a esta sazón con un brillante ejército, orgulloso por sus anteriores victorias, y muy superior en número y disciplina a las pocas y desalentadas tropas de Buenos Aires, que ocupaban las ciudades de Jujuy y Salta, de las que se habían retirado después de los ataques de Suipacha y Nazareno, con orden de su comandante Belgrano para que todos los habitantes evacuasen aquel territorio llevándose los archivos y aun los armamentos y muchos vasos sagrados de las iglesias, dispuso que el mayor general don Pío Tristán avanzase con tres mil quinientos hombres en persecución de aquellos prófugos”.
Exodo jujeño -Museo Histórico Provincial de Jujuy
El célebre bando de Belgrano, del 29 de julio, comenzaba diciendo: “Desde que puse el pie en vuestro suelo para hacerme cargo de vuestra defensa, en que se halla interesado el Excelentísimo Gobierno de las Provincias Unidas de la República del Río de la Plata, os he hablado con verdad. Siguiendo con ella os manifiesto que las armas de Abascal al mando de Goyeneche se acercan a Suipacha; y lo peor es que son llamados por los desnaturalizados que viven entre nosotros y que no pierden arbitrios para que nuestros sagrados derechos de libertad, propiedad y seguridad sean ultrajados y volváis a la esclavitud. Llegó, pues, la época en que manifestéis vuestro heroísmo y de que vengáis a reuniros al Ejército de mi mando, si como aseguráis queréis ser libres…”. 3

El combate de Las Piedras 
En Cobos el hostigamiento adquirió mayor violencia. Los hombres estaban cansados por el duro trajín hasta llegar a desmoralizarlos. Allí el temple de del creador de la Bandera se hizo notar con energía. Mandó a fusilar a dos soldados y aplicarles severos castigos a algunos oficiales. Los realistas envalentonados ante este ejército que se retiraba, el 3 de setiembre de 1812, decidieron cargar sobre la retaguardia.
Inmediatamente Belgrano cambió de posición y atacó a Tristán derrotándolo completamente, dejando en el campo de batalla dos oficiales y cincuenta y ocho soldados muertos, varios heridos, cuarenta prisioneros y ciento cincuenta fusiles. Este combate se lo conoce como el de Las Piedras.
Granadero del Regimiento Nº1 Patricios vistiendo el uniforme general de la infantería
que probablemente se usara entre 1810 y 1812
El parte que el general Belgrano envió al Superior Gobierno relató lo siguiente:
Ayer (3 de septiembre de 1812) a las dos de la tarde, cargó el enemigo, en número de seiscientos hombres, con tanta furia sobre mi retaguardia, que se mezcló con ella y llegó al frente de mi posición al sud del Río de las Piedras casi a un tiempo; en consecuencia, hice lugar la artillería que se hallaba al mando del barón de Holmberg y mandé que, por el costado derecho, saliesen Don Carlos Forest, capitán del N° 1, con la parte de la División de Cazadores que tengo a su cargo; Don Miguel Aráoz, comandante 2° del N° 6, por el costado izquierdo con cien hombres de Pardos y Morenos, y la Caballería, al mando del Mayor General D. Eustoquio Díaz Vélez, con su segundo, el Teniente Coronel D. Juan Ramón Balcarce, por el centro; avanzaron todos con intrepidez, Jefes, Oficiales y Tropa, y la victoria coronó sus nobles y generosos esfuerzos poniendo en fuga vergonzosa al enemigo, quien dejó en el campo de batalla dos oficiales y cincuenta y ocho soldados muertos, y ciento cincuenta fusiles y cuarenta soldados que se hicieron prisioneros, no habiendo tenido, de nuestra parte más que seis heridos, entre los cuales el digno Don Miguel Aráoz, y muertos gloriosamente el Capitán Don Manuel Mendoza, un sargento de Húsares y un soldado.
Asimismo, en el oficio que dirigió al gobernador de Córdoba decía:
Las armas de la Patria han logrado, ayer tarde, una victoria completa: 150 armas han caído en nuestro poder, 40 prisioneros, y han muerto 60 (de los enemigos), que han abandonado el campo con la fuga más vergonzosa, no habiendo de nuestra parte más que 3 muertos y 6 heridos. Hágalo V.S. saber por bando a los pueblos de su jurisdicción, convocándolos igualmente a dar gracias al Todopoderoso, con misa solemne y Tedéum, disponiendo se anuncien tan plausibles noticias con repique general de campanas.
El coronel Huici, que se había adelantado hasta la localidad de Trancas, cayó prisionero y fue de inmediato trasladado a San Miguel de Tucumán. Este enfrentamiento sirvió para levantar la moral de las tropas. Continuó Belgrano sin embargo su retirada hacia el río Blanco y luego hacia el río Pasaje (o Juramento).
Este combate se encuentra en la versión completa del Himno Nacional Argentino. En el verso que enumera las victorias patriotas se canta "...ambas Piedras, Salta y Tucumán...", en referencia a dos contiendas diversas: una, que se dio en el Molino de las Piedras, triunfo de José Gervasio Artigas, el 18 de mayo de 1811, en la Banda Oriental, y la otra, que correspondió a la del Río de las Piedras, éxito de Díaz Vélez, de 1812.

El Éxodo Jujeño debe figurar en los frisos más altos de la veneración popular por la actitud heroica, donde el aporte de cada uno de los jujeños es el sacrificio que pone el sello excepcional de una acción. 

Belgrano, en razón del sacrificio efectuado por el pueblo jujeño, lo hizo depositario y guardián de la “bandera nacional de nuestra libertad civil”, puesto que, gracias a ese esfuerzo supremo, fue posible ganar las batallas de Tucumán, el 24 de septiembre de 1812, y después la de Salta, el 20 de febrero de 1813. Una bandera, una escuela y dos escudos quedaron para siempre en Jujuy como testimonio del agradecimiento del prócer, que supo reconocer el patriotismo del pueblo jujeño.

1-DORA BLANCA TREGINI ZERPA, El éxodo jujeño. En: Manuel Belgrano. Los ideales de la patria. Buenos Aires, Instituto Nacional Belgraniano de la República Argentina, 1995, p. 57. 
Véase: INSTITUTO NACIONAL BELGRANIANO, Apuntes biográficos. 2 edición, Buenos Aires, 1995.
2- DORA BLANCA TREGINI ZERPA, El éxodo jujeño, op. cit., p. 57.
3- DORA BLANCA TREGINI ZERPA, El éxodo jujeño, op. cit., p. 58.
Fuentes:

lunes, 13 de agosto de 2012

Reconquista de Buenos Aires 12 de agosto 1806

El 25 de Junio de 1806, una escuadra británica al mando de Sir Home Popham, compuesta de 12 unidades, desembarcó en las playas de Quilmes, Provincia de Buenos Aires, tomando inmediatamente tierra 1600 hombres al mando del General Guillermo Carr Beresford. Desapercibida como estaba Buenos Aires, no hubo resistencia; el Virrey del Río de la Plata Rafael de Sobremonte sólo atinó a la fuga; y el día 27 los invasores ingresaron en la Gran Aldea. El General Beresford se instaló en el Fuerte y una nave inglesa fue despachada a Londres con un gran botín. El día 28 el General Beresford hizo izar en el Fuerte el pabellón de Gran Bretaña, saludándolo la artillería de mar y tierra.

El 23 de Julio, el Capitán de Navío don Santiago de Liniers y Bremond, que se hallaba al servicio de España y se había negado a prestar juramento de obediencia a las armas inglesas y al Gobernador Beresford, y que había pasado a Montevideo para proponerle al Gobernador Huidobro la reconquista de Buenos Aires; salió de esa ciudad con unos 600 hombres por tierra rumbo a Colonia del Sacramento, donde debía encontrar más auxilios y una flotilla para transportarlos a la costa occidental del Plata.
El 1º de Agosto, se produjo el primer combate en Perdriel, entre el famoso regimiento Nº 71 de Highlanders y las tropas criollas al mando de Juan Martín de Pueyrredón, junto con los Blandengues de Antonio Olavarría. Los británicos obtuvieron la victoria en esa ocasión.
Desembarco de Liniers en el río de Las Conchas, el 4 de agosto de 1806.
Acuarela de E. Biggeri, 1973.
El 3 de Agosto Liniers salió de Colonia con sus tropas ocupando veinticinco buques, tomando rumbo hacia el Paraná de las Palmas; desembarcando el 4 en las Conchas, a siete leguas de Buenos Aires, donde se le reunió un gran refuerzo de criollos.
El 10 de Agosto, ya desde Miserere, Liniers intimó la rendición de la plaza al jefe inglés, quien rechazó la intimación y aceptó el combate.
El día 11 las tropas de Liniers apoyadas por la caballería de Pueyrredón atacaron a las tropas inglesas en las calles de Buenos Aires, comenzando una encarnizada batalla.
Las tropas criollas ascendían a unos 1936 hombres, cinco cañones y dos obuses. El 12 de Agosto encontró a los ingleses atrincherados en la Plaza Mayor y el Fuerte. A las 9 de la mañana las tropas criollas comenzaron el ataque desde distintos puntos, cuando la situación fue insostenible Beresford ordenó replegarse dentro del Fuerte y más tarde una bandera de parlamento apareció en el edificio; más tarde volvió a izarse la bandera española.

La Reconquista de Buenos Aires era un hecho. Fueron las jornadas de Nuestro Despertar Nacional.

domingo, 5 de agosto de 2012

Invasiones Inglesas- Exposición sobre la obra de José L. Salinas


EN EL BAHÍA BLANCA PLAZA SHOPPING del 6 al 12 de AGOSTO

En el salón de usos múltiples del Bahía Blanca Plaza Shopping  mañana se producirá la inauguración de la muestra de la colección de láminas de la obra de José Luis Salinas sobre "Uniformes militares de las invasiones inglesas", como homenaje al artista y conmemorando la Semana de la Reconquista.
Tendrá lugar a las 19.30, con disertaciones de Horacio Iglesias sobre la uniformolgía y de la artista plástica Betty Domínguez sobre la técnica pictórica utilizada por el autor.
¡Una maravilla! Envidiamos desde acá a los afortunados bahienses que podrán deslumbrarse y emocionarse con la obra de un grande y el recuerdo de nuestros primeros enfrentamientos con la pérfida Albión.
Acá van algunas láminas a modo de premio consuelo.
Cazadores de la Reina

Oficial de Morenos

Maestranza de artillería

jueves, 2 de agosto de 2012

Invasiones Inglesas, don Santiago de Liniers visita a los Patricios

Los Patricios ya han sido puestos en bases y se adicionaron dos figuras montadas. Una que pretende ser Liniers y la otra un coronel de Patricios por lo tanto sería Saavedra. Acá van las fotos.








Espero que merezcan la aprobación de la afición.