El sábado 27 volvimos a jugar los chicos y yo después de mucho tiempo. Fue un pequeño escenario de romanos contra galos en el marco de la Segunda Guerra Púnica, también fue la primer batalla de la caballería gala, y pasó lo que pasa casi sempre... acá va el relato.
Lucius Aemilius Papus al frente de su legión romana y de dos unidades de caballería avanzaba sobre la región de los Lingones en la Galia Cisalpina.
Esa mañana Lucius Aemilius ya habia desplegado su fuerzas en una formación clásica, con sus caballería en cada flanco.
Dos de las tribus mas rebeldes de los Lingones se habian aliado a Anibal y estaban dispuestas a enfrentar a Roma. Cada una habia formado una turba de guerreros a pie y un pequeño cuerpo de caballería .
Los Galos ocuparon la colina del centro con una de las turbas y las dos colinas boscosas de los flancos con los cuerpos de caballería, dejando a la otra turba escondida y en reserva.
Las caballerías romana e itálica rápidamente buscaron a sus pares galas y en dos combates sucesivos las echaron del campo.
Acá vemos a una de las unidades de caballería .
Esta es la turba que ocupaba la colina del centro del campo de batalla.
Esta otra estaba en reserva, parcialmente oculta tras la colina
La caballería gala de la izquierda evita al principio el combate con los romanos.
Mientras en el otro flanco la otra unidad de caballería gala es derrotada por los jinetes itálicos, que se portaron como romanos (¡error al calcular los adicionales de la melee!)
Uno de los manípulos de vélites arrasó con sus jabalinas el flanco sin escudo de la turba que estaba mas atrasada por haberse mantenido en reserva mientras la otra ya estaba chocando con los hastatii.
La turba que estaba en reserva avanza atravesando el terreno anegado en un intento por atacar el flanco de la legión y sufre las atenciones de los velites.
Ahora los velites se evaden ante el avance de la turba.
Vista general del campo de batalla.
La situación no podía ser peor para los Lingones, con su retaguardia y flancos expuestos a la caballería enemiga y habiendo sido rechazado el primer ataque sobre los hastatii, el jefe galo ordenó la inmediata retirada.
Lucius Aemilius ordenó a sus tropas ocupar las alturas y se dispusieron a construir su campamento sin atreverse a adentrarse en la espesura de los bosques.
Finalmente debe señalarse que Facundo, que estuvo a cargo del cubilete romano, sacó siempre los mejores dados y realizó una gran contribución a su triunfo.
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