El Prof. Marcelo
Molina, un amigo coleccionista y modelista que me está secundando en este proyecto loco
de recrear la campaña de los ingleses al Río de la Plata en 1807, me ha estimulado
a averiguar sobre el empedrado de Buenos
Aires por entonces. Acá van algunos datos sobre las calles del Buenos Aires
virreinal que pude encontrar.
Parece que en 1780, durante el gobierno del virrey Juan José de Vértiz y Salcedo, se empedró la primer cuadra: Bolívar entre H. Yrigoyen y A. Alsina, con piedras traídas de la isla Martín García. Posteriormente Pedro Melo de Portugal y Villena, virrey entre 1795 y 1797, reglamentó el abasto de agua a la población y el empedrado de las calles.
Parece que en 1780, durante el gobierno del virrey Juan José de Vértiz y Salcedo, se empedró la primer cuadra: Bolívar entre H. Yrigoyen y A. Alsina, con piedras traídas de la isla Martín García. Posteriormente Pedro Melo de Portugal y Villena, virrey entre 1795 y 1797, reglamentó el abasto de agua a la población y el empedrado de las calles.
Antiguo empedrado de Buenos Ayres, descubierto recientemente |
En 1790 se empedró
Santísima Trinidad, hoy Bolívar, desde la calle del Cabildo (H. Yrigoyen) hasta
San Carlos, (Alsina). La calle San José (Florida) fue también una de las
primeras en ser empedradas. Por otra parte se dispusieron pasos de piedra en
las esquinas.
No fue fácil este
trabajo ya que Buenos Aires no contaba con suelo rocoso y las piedras se
trajeron desde Colonia de Sacramento en la Banda Oriental, se las cortaba sin
darle una forma pareja y el empedrado se realizaba de modo tal de darle al
mismo una ligera curvatura hacia sus bordes, algunas calles incluso tuvieron un
canal central para el escurrimiento del agua, como aún se ve en la ciudad
antigua de Colonia.
A fin de mejorar la
situación y evitar que los carruajes dañaran aún más las calles se prohibió el
tránsito de carretas entre el Zanjón del Sur y el del Medio, a excepción del
camino del Riachuelo de los Navíos.
También se tomaron
medidas para nivelar las calles y para establecer la dirección de los desagües.
Se ubicó el centro de la Plaza Mayor y desde allí se determinó el declive de
las calles hacia el sur y hacia el norte.
El virrey Gabriel de
Avilés y Fierro que ocupó el cargo entre 1799 y 1801, a fin de impulsar las
obras de empedrado y cuidado de las calles implantó una serie de impuestos y
contribuciones. Al comienzo de su gobierno se hallaban empedradas 18 cuadras,
al finalizar había 32, además, se construyeron veredas indispensables para la seguridad de los transeúntes.
Esquina a principios del siglo XIX donde se aprecian las veredas |
Por todo esto el orden
edilicio mejoró, el aumento poblacional hizo que los terrenos se subdividieran
en más parcelas y las casas comenzaron a edificarse unas junto a otras.
A principios del siglo
XVIII los nombres de las calles eran los del vecino más encumbrado. En 1774 se
los cambiaron por nombres de Santos, y se escribieron con pincel sobre las
paredes blanqueadas. Pero luego de las
Invasiones inglesas muchas calles, nuevamente mudaron sus nombres e inclusive
existió la costumbre de poner nombres de personas que aún vivían y que habían
actuado en la vida pública en esa época. Se cambió el nombre de cuarenta y dos
calles. Casi todos los nuevos nombres correspondieron a personas que actuaron
durante la defensa o la reconquista de la ciudad contra el ataque inglés.
A la calle llamada hoy
Carlos Calvo se la llamó Benito Iglesia; a Independencia, Juan Capdevila; a
Alsina Martín de Álzaga; a Venezuela, Manuel Ortíz Basualdo y a la actual Reconquista,
se la llamó Santiago de Liniers.
Las plazas de
entonces eran espacios abiertos, como la Plaza Mayor que sufrirá varios
cambios. En 1802 o 1803 se construyó un edificio, la Recova, que la dividió en
dos, la de la Victoria, nombre usado después de las invasiones inglesas, y la
del Fuerte.
La plaza de Monserrat
estuvo instalada en terrenos donados por vecinos en 1770. Ocupó la mitad de la
manzana situada en las actuales calles Belgrano, B. de Irigoyen, Moreno y Lima.
Allí funcionó desde 1791 hasta 1799 la Plaza de Toros.
La Recova que dividía en dos a la Plaza Mayor |
En 1806 la Plaza de
Monserrat cambió su nombre para convertirse en el Hueco de la Fidelidad. Algunas
plazoletas desaparecieron como la de San Nicolás, que fue sustituida por la
Amarita entre las actuales calles Sarmiento, C.Pellegrini, Perón y Carabelas.
Fuentes
Las mil y una
curiosidades de Buenos Aires A. Zigiotto, Diego M. Editorial:
NORMA
Revista de Buenos Aires Tomo XVI - Imprenta de Mayo- Buenos Aires 1868
Hola Carlos
ResponderEliminarI enjoyed the article on the streets of Buenos Aires during the British Invasions. Excellent research by your friend and presentation. Thank you!
I also enjoyed seeing the game with Federico and his friends. It reminded me of my teen years gaming with my friends in the 1970s.
Saludos,
John
Thanks for your kind comments!
EliminarRegards
Carlos